La vida es un camino en el que constantemente tropezamos, algunos adoptan la filosofía de que es algo simple, otros la miran desde una perspectiva en la que entienden que está llena de complicaciones, sacrificios y dificultades, la verdad es que ninguna de las dos versiones está totalmente errada, la clave es encontrar el equilibrio en todo esto, pero lo que sí es seguro es que todos en esta vida nos sentiremos cansado, derrotados, perdidos o débiles en cierto punto.
La sensación de cansancio es un estado normal en nuestro cuerpo, es la respuesta tras un esfuerzo físico o tensión emocional, algo totalmente natural, aun cuando algo no sale como esperábamos y sientes esa sensación de que no puedes seguir, te repito... es algo normal. Nuestros cuerpos reaccionan para darnos alertas en las que podamos entender lo que está bien y lo que no... Sentirse derrotado, cansado o débil te hace entender que te esforzaste pero un detalle en todo eso no estuvo bien, fallaste.
Cuando estas pasando por una situación parecida a la que describo aquí lo último que quieres es que alguien te diga lo que tienes que hacer o que te digan que es solo cuestión de levantarse, el que está pasando por un momento de debilidad eres TU y todo el mundo cree saber cómo salir de eso.
Hay alguien impresionante, quien entiende todo, todo y todo por lo que pasas, pero de verdad que lo entiende, conoce cada detalle de ti, de tu situación y de lo que realmente sientes, El me dijo que si ponía mi confianza en El por más débil que me sintiera iba a ser fuerte, porque su fuerza iba a ser mi fuerza. Me dijo algo que parece contradictorio para mí : "Diga el débil : Fuerte soy", si eres débil no puedes decir que eres fuerte, pero si estas con El tus debilidades no cuentan porque El es el que pone fuerzas en ti, es quien te tomara de la mano y no te dejara caer.
Dios está a tu lado, en frente de ti, atrás de ti, te rodea en todo momento, está pendiente de todo lo que sucede en tu vida y te quiere dar fuerzas y paz, una paz que sobrepasa todo entendimiento, la cual se llevara toda esa sensación que se genera en tu corazón cuando tienes problemas.
No tienes que entender esto para creerlo, solo abre tu corazón y permite que sea Dios quien resuelva todo, El nunca falla.
Isaías 40:29-31. El da esfuerzo al cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
miércoles, 14 de septiembre de 2011
lunes, 5 de septiembre de 2011
Respira.
Es algo tan simple... Respirar, es lo primero que hacemos al nacer, algo que está con nosotros cada segundo, tan importante, tan necesario. Cada día de nuestras vidas respiramos entre unas 26,000 - 28,000 veces aproximadamente, esto equivale a unos 14,000 litros de aire por día y ni siquiera lo notamos, no le prestamos atención a esto, pero todos sabemos qué pasa si eso tan sencillo deja de funcionar.
Andamos en nuestro día a día ocupándonos en cosas "tan importantes" que no notamos los detalles que nos permiten vivir. Respirar correctamente nos tranquiliza, nos da energía, nos llena, aun así no pensamos en esto.
¿Cuántas cosas más hemos estado pasando por alto? Cuando ni siquiera esto lo hemos notado.
Respirar es igual a vivir, si no respiras no vives, pero respiramos por costumbre y de hecho no lo hacemos de la forma correcta, se supone que deberíamos respirar del estomago y no del pecho, pero con todo el estrés que nos arropa, con todas las responsabilidades, los problemas y con lo rápido que corremos en la vida no nos detenemos a respirar correctamente. Entonces si respirar es sinónimo de vivir la pregunta sería : ¿Estás viviendo correctamente? ¿Estás atento a los detalles que Dios te regala todas las mañanas? ¿Estás apreciando el poder respirar, el poder vivir?
En Génesis 2 :7 dice que Dios al crear al hombre soplo en el aliento de vida, puso en nosotros vida, porque Dios quiere que vivamos y que lo hagamos disfrutando cada detalle.
Detente a pensar, ¿Cuándo fue la última vez que sentiste paz al respirar? ¿Cuándo fue la última vez que respiraste profundamente? ¿Cuándo dirías tu que viviste profundamente?
Respira ahora, siente la paz que Dios quieres que sientas en este instante en ese respiro, en tu vida.
Respira, vive.
Andamos en nuestro día a día ocupándonos en cosas "tan importantes" que no notamos los detalles que nos permiten vivir. Respirar correctamente nos tranquiliza, nos da energía, nos llena, aun así no pensamos en esto.
¿Cuántas cosas más hemos estado pasando por alto? Cuando ni siquiera esto lo hemos notado.
Respirar es igual a vivir, si no respiras no vives, pero respiramos por costumbre y de hecho no lo hacemos de la forma correcta, se supone que deberíamos respirar del estomago y no del pecho, pero con todo el estrés que nos arropa, con todas las responsabilidades, los problemas y con lo rápido que corremos en la vida no nos detenemos a respirar correctamente. Entonces si respirar es sinónimo de vivir la pregunta sería : ¿Estás viviendo correctamente? ¿Estás atento a los detalles que Dios te regala todas las mañanas? ¿Estás apreciando el poder respirar, el poder vivir?
En Génesis 2 :7 dice que Dios al crear al hombre soplo en el aliento de vida, puso en nosotros vida, porque Dios quiere que vivamos y que lo hagamos disfrutando cada detalle.
Detente a pensar, ¿Cuándo fue la última vez que sentiste paz al respirar? ¿Cuándo fue la última vez que respiraste profundamente? ¿Cuándo dirías tu que viviste profundamente?
Respira ahora, siente la paz que Dios quieres que sientas en este instante en ese respiro, en tu vida.
Respira, vive.
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