Es excelente dar lo mejor de ti siempre, buscar que en ti se genere una actitud enfocada a la victoria es buenísimo, pero todo en la vida debe tener un equilibrio. Aprendí que en el camino que hemos trazado en nuestras vida vamos perdiendo cosas, llaves, lentes, libros, una cartera, dinero, miles de cosas materiales y claro... también batallas. Cuantas batallas pequeñas y grandes hemos perdido? Cuantas veces caímos? Cuantas veces tocamos fondo?
Aceptar que perdiste te hace más fuerte, entender que el proceso no tuvo el final que esperabas te da una perspectiva diferente del asunto y no se queda en solo aceptarlo, el próximo paso es el más importante... Levántate, vuelve al camino reconociendo tu perdida y entendiendo que ahora el levantarte de esa caída te ha hecho mucho más fuerte, todo esto fue una experiencia vivida, cometiste errores y es de sabios aprender de los errores del pasado para no tropezar en el futuro, así llegar a tu meta.
Entonces en perder ganamos, ganamos fuerza, experiencia, humildad, ganamos cosas que al ganar no obtendríamos, logramos comprender mejor a los que nos rodean y llegamos a valorar mucho mas todo lo que tenemos o teníamos.
Anteriormente escribí que no tenemos que perder nada para empezar a valorar, pero cuando vivimos lo que se siente perder con más firmeza amamos, con más fuerza cuidamos lo que tenemos y con mas sabiduría actuamos.
No hay nada de malo en perder, ganaste mucho en la caída, aprende, levántate y sonríe.
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